The Velvet Sundown

Una nueva y provocadora banda ha irrumpido en la escena musical, desatando un intenso debate sobre el futuro de la creación artística y los derechos de autor. The Velvet Sundown, un enigmático proyecto musical, ha captado la atención de miles de oyentes en Spotify y ha generado una oleada de especulaciones en redes sociales como X (anteriormente Twitter) con el lanzamiento de sus tres primeros álbumes.
La banda presentó sus dos primeros discos, «Dust and Silence» y «Floating on Echoes», en junio de 2025. La intriga sobre su origen alcanzó su punto álgido hasta que, el 3 de julio, The Velvet Sundown reveló su verdadera naturaleza en sus cuentas oficiales: es un «proyecto de música sintética», donde la inteligencia artificial es la principal responsable de la composición y finalización de las canciones, bajo la guía y creatividad de manos humanas.
El debate se intensificó con el lanzamiento de su tercer álbum, «Paper Sun Rebellion», el 14 de julio. Su primer sencillo ha superado los dos millones de reproducciones en Spotify, y la mayoría de los oyentes aún desconocen que la música que disfrutan fue creada por una IA.
Este fenómeno reaviva una serie de preguntas críticas que la industria musical y los artistas están comenzando a enfrentar:
•¿A quién pertenecen los derechos de autor de la música generada por IA?
•¿Se puede considerar original una obra creada por un modelo que ha sido entrenado con la música de otros artistas?
•¿Hay una diferencia real entre la influencia humana de otros músicos y la de una IA que aprende de su trabajo?
La situación de The Velvet Sundown pone de manifiesto cómo la tecnología está transformando el proceso creativo. Si bien herramientas de asistencia como samples y plugins han sido parte de la música por décadas (con su propia historia de controversias sobre derechos de autor), la IA representa un salto cualitativo. No solo asiste, sino que compone. Esto plantea el reto de definir la línea entre una herramienta y el creador.
Mientras la industria observa de cerca, la irrupción de The Velvet Sundown podría marcar el inicio de una nueva era. La banda nos obliga a reexaminar la definición de creatividad y la autoría en un mundo donde la tecnología y el arte se fusionan de maneras cada vez más sorprendentes. La respuesta a estos interrogantes definirá el futuro de la música.